Al Otro Lado

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Ricardo "El Mandril" Sanchez

Ricardo "El Mandril" Sanchez

El pasado mes de marzo, las televisiones y las primeras páginas de los periódicos de todo el mundo se inundaron de imágenes del centro de Los ángeles -- sus calles fueron tomadas por cientos de miles de inmigrantes mexicanos y centro-americanos que ondeaban banderas y pancartas. Fue una marcha-protesta, organizada con el fin de expresar el enfado de la comunidad a una nueva ley gubernamental aprobada por el Congreso y que amenaza con acechar a los inmigrantes indocumentados, criminalizándolos a ellos y a aquellos que los acojen y prestan ayuda médica.

Pero la marcha también fue motivo de celebración. Los participantes, la mayoría de ellos adolescentes, reaccionaron entusiasmados al estar rodeados de una multitud cercana al millón de personas que se parecían a ellos y con los que, además, compartían su sangre. Sus caras eran más reflejo de orgullo que no de enfado. La mayor matcha latina de la historia de los Estados Unidos también fue la fiesta más numerosa. Lo que no resultó sorprendente, teniendo en cuenta que sus participantes habían sido congregados siguiendo las consignas de las principales estaciones de radio mexicanas, realizadas por presentadores de programas que son más comparados con Howard Stern o Don Imus que con César Chávez.
Ricardo Sanchez
Ricardo "El Mandril" Sánchez

Uno de ellos fue Ricardo Sánchez, más conocido como El Mandril, presentador matutino del programa "La qué buena," en KBUE. En los años 90, KBUE se convirtió en una de las tres estaciones de radio líderes de audiencia en Los ángeles, gracias a sus presentadores escandalosos y a las rancheras. Los más sorprendidos fueron los supuestos especialistas en medios, que quedaron con la boca abierta al comprobar que su audiencia excedía la de la mayoría de las estaciones de habla inglesa. Llamándose a sí misma como "La mamá de los corridos," la estación se hizo eco de las baladas de los fuera de la ley, traficantes de drogas y asesinos, que fueron popularizadas por el recientemente asesinado Chalino Sánchez y una legión de imitadores. Cuando otras emisoras siguieron su ejemplo, KBUE rompió más barreras al presentar corridistas como Los Razos, que se especializaron en emplear un lenguaje obsceno y en entablar peleas con otras bandas -- una estrategia publicitaria que nació de los raperos, con los que aquéllos comparten algunos de los barrios de las clases trabajadoras de Los Ángeles.

De hecho, de alguna forma, la estación es la equivalente ranchera a la de otras emisoras especializadas en hip-hop, como "Hot 97" en Nueva York. Sánchez asegura que lo que hizo de KBUE una estación única fue su política de puertas abiertas a los músicos locales. "'La qué buena' es la única emisora donde si alguien se presenta con un disco, un buen corrido, se lo ponemos en antena, " afirma." Las otras emisoras, debido a sus formatos más estrictos, más "agradables," no son como nosotros. Por supuesto, hay gente que piensa que los corridos con dañinos para la radio, que son malos para la comunidad. [Debido a su celebración del estilo de vida de los traficantes de droga, las canciones han sido prohibidas en la mayoría de localidades del norte de México.] Pero hay una cosa clara: cuando los corridos empezaron a tener éxito, alcanzaron tal popularidad que la gente pagó para tener un corrido escrito sobre sus vidas. La gente se me acerca diciéndome 'Tengo un corrido sobre mí,' o que van a escribir uno acerca de mí. Y siempre les respondo, 'No me mateis de ninguna forma,' porque los corridos siempre acaban mal."

Sánchez sonríe. Aunque recientemente se ha convertido en una figura emblemática de la comunidad, es evidente que él está más acostumbrado a ser un cómico. De aspecto fuerte, figura pequeña y con rasgos oscuros, teniendo en cuenta que nació en el estado de Veracruz, Sánchez obtuvo su nombre de uno de los personajes de The Lion King, de los estudios Disney. "Es alguien inteligente. Una vez alguien me dijo, 'eres como un mandril,'" recuerda. "Al principio no me gustó, porque me fijé en él y pensé: '¡Ay, cabrón, pero qué feo que es! ¡Y qué nombre más desagradable!.' Pero al final decidí aceptarlo y me di cuenta de que estaba bien, porque no hay un nombre más ofensivo. La gente me puede llamar lo que quiera, puede insultar a mi madre... pero no hay nada peor que ese nombre."

Sánchez hace lo imposible para merecer el nombre. Él y sus acólitos, que se llaman a sí mismos "Los guapos de la mañana," se especializan en un humor formado por indirectas y bromas-antes de sentarse para esta entrevista, grabó una llamada de broma a un hombre de negocios en México, cambiando su voz dependiendo de a quien encarnaba: primero a un cliente abusivo y después a un fiscal de la ciudad.

A pesar de todo, Sánchez asegura que se ha adaptado facilmente a su nuevo papel de eje de las organizaciones que apoyan los derechos de los inmigrantes. "La gente cree que siempre soy un bromista y que no paro de reirme. Pero esto es algo serio," afirma. "Nunca he sido un activista, pero llegó un momento en el que la gente venía a mí para que formara parte del movimiento. Y sí, puedo ser muy escandaloso, pero en este caso lo he utilizado para decirle a la gente, 'Vamos a estar juntos en esto, vamos a protestar. Pero lo vamos a hacer de forma pacífica...' Esto significó mucho para mí. Porque es algo que nos beneficiará a todos. No hay que ser agresivo. Lo único que hay que hacer es reunirse, estar juntos, para ver quiénes somos y para pedir lo que nos merecemos -- porque hemos dado mucho a este país, tanto en trabajo como en impuestos."

Sánchez destaca que, aunque algunas informaciones de la prensa le acreditaron a él y a algunos de sus competidores radiofónicos en Los ángeles -- como El Piolín y El Cucuy -- como los máximos instigadores de la marcha, ellos simplemente se limitaron a proveer a los organizadores reales de una plataforma para dar a conocer sus planteamientos. "Hay quien ha dicho que nosotros, los presentadores, fuimos los líderes," comenta. "Pero no queremos ser los que reciben los laureles. Lo que pasó no fue sólo por nosotros. La gente no es tonta. La gente sabe quiénes somos."

Sánchez sólo ha vivido en los Estados Unidos durante los últimos tres años. Pero él llegó legalmente, tras triunfar en las ondas radiofónicas de Tijuana. A pesar de ello, se siente identificado con aquellos conciudadanos suyos que sobreviven como pueden y, al mismo tiempo, se deben preocupar debido a su condición, lo que les puede llevar al arresto y a ser deportados. Su éxito le llegó tras trabajar de portero, primero en un colegio y después en una emisora de radio. Fue allí donde, gradualmente, pasó al departamento de ventas y, gracias a los anuncios que él mismo grabó con el fin de reducir el presupuesto, acabó como presentador. Incluso hoy, aunque es considerado como una estrella de la radio en español, asegura que siempre tiene presente su condición de "intruso."

"Hay una cosa clara," advierte inclinándose en su silla. "Soy del sur, del área de los mayas. Y mis rasgos son indígenas. Y cuando tengo la oportunidad de alojarme en un buen hotel de Las Vegas, la gente se pregunta, '¿Qué hace éste aquí? ¿Quién es él para quedarse en el Bellagio? ¿Quién es el para tener una habitación en la planta 18, donde está la suite presidencial?'. Cuando voy a coger mi coche en el 'valet' y me traen mi Mercedes Benz o un descapotable, se dicen, 'Seguro que es el chófer y su jefe está de vacaciones'. Siempre te das cuentas de estos detalles."

"Justo antes de las marchas, por casualidad, la policía se llevó el carro de mi hijo. Para comprarse ese carro, mi hijo trabajó en una panadería durante cuatro meses, quemándose las manos en un horno -- podría haberle ayudado, pero yo quise que trabajara, para que así entendiera lo que significa ganarse un salario. Así que se compró el carro tras mucho esfuerzo, y justo cuando acabó de formalizar la compra, el último día, la policía lo paró y se lo llevó. Porque él tiene una licencia de México y le dijeron que aquí no era válida -- cuando una licencia es internacional, es válida aquí, en Japón y en todo el mundo. Pero cuando el que conduce tiene la piel oscura...."

Además del racismo, a Sánchez le preocupa la demagogia del movimiento anti-inmigrante. "Dicen que llegamos aquí y nos aprovechamos del sistema médico. Y yo digo, un hombre que viene aquí a trabajar, que pocas veces necesita un médico, si enferma, tiene que ir a la farmacia. Allí se compra un Tylenol y quizá tarde unos días, pero al final se cura. La gente, los hombres, vienen aquí a trabajar."

Sánchez añade que es ridículo que grupos como los Minutemen aseguren que se trata de un caso de seguridad nacional en la era del terrorismo. "¿A qué le tienen miedo esta gente?," se pregunta retoricamente. "He oído a un oficial decir que, de toda la carga que llega a los Estados Unidos por mar, sólo un 5 por ciento es inspeccionada. El 95 por ciento restante no lo es. Es obvio que los inmigrantes no llevan bombas ni armas químicas: llevan pequeñas bolsas y una botella de agua que les ayude a sobrevivir el terreno que tienen que cruzar. Así que me pregunto por qué, cuando una persona llega a este país con la intención de mejorar, de construir una casa para su madre, de dar a sus hijos aquello que no pueden tener en México debido al mal gobierno, por qué hablan de seguridad nacional, cuando un camión facilmente puede atravesar el país cargando con un arma que sí puede causar un daño real."

"Además me pregunto porqué sólo se preocupan de la frontera con México y no de la canadiense. Es el doble de larga y cualquier persona inteligente se dirá, 'A este lado teneis mil guardias, y vais a poner dos mil más. Pero si vienes por el otro lado, hasta te darán la bienvenida."

Sánchez adopta una mirada seria. Resulta extraño pensar que sólo hace veinte minutos estaba grabando una broma telefónica. Pero es esta combinación de inteligencia aguda y comedia desmadrada lo que le ha convertido en una estrella. En el aire es un payaso, recomendando los éxitos más recientes de la música regional mexicana. Pero en casa asegura que escucha jazz, salsa y, más recientemente, grabaciones new age inspiradas en las pirámides mayas. De hecho, cuando presenta corridos en su programa, es más por la moda actual que no por su gusto personal.

Asegura que el género del corrido está perdiendo popularidad y que, por ello, se adapta a su nuevo formato. "Hubo una época en la que el corrido era brusco. Pero han aparecido otros estilos. El pasito duranguense [un estilo de baile surgido en Chicago] ha aparecido de repente, y desde entonces, los corridos han dejado de ser imbatibles. Para algunos oyentes aún son importantes, pero quizá sea el cincuenta por ciento de la audiencia, no el ochenta, como solía ser. Está claro que me tengo que adaptar. Porque, ¿qué pasaría si les dijera a mis oyentes 'Quién quiere comer pizza'? ¿Y se puede saber quién quiere comer pizza a esa hora? Pues es lo mismo si alguien me llama a las ocho de la mañana y me pide que ponga un corrido sobre Quintero [Rafael Caro Quintero, uno de los traficantes de drogas más importantes de México.] Yo le responderé que a esas horas la gente quiere escuchar cosas distintas. ¿Quién quiere escuchar eso a las ocho de la mañana, mientras maneja al trabajo, en medio del tráfico? La gente quiere escuchar música que le anime, una broma, algo que sea positivo."

Así que Sánchez apuesta por las bromas, la música pop y, a veces, presta el micrófono a sus nuevos amigos en los grupos en defensa de los derechos de los inmigrantes y hasta a los políticos. Está entusiasmado por su nuevo papel -- y muestra una lista de personalidades de los medios de comunicación mexicanos que le han entrevistado durante los últimos meses. Pero mantiene la perspectiva. Y por lo que respecta a sus propios planes, asegura que, a pesar de ser feliz, no espera quedarse a vivir en los Estados Unidos para siempre.

"No me quejo. Este país me ha dado un trato único y admiro lo que hay aquí: disciplina, organización, quizá no en el campo de la libertad de expresión... pero al menos no es tan fácil cometer fraude o ser un corrupto. Si uno deja su carro en la calle cuando limpian la calle, le ponen una multa. Son cosas pequeñas, pero marcan la diferencia. Pero planeo regresar a México, sin lugar a dudas. Quiero regresar con la cabeza bien alta. Uno de estos días me gustaría regresar a Ensenada o Veracruz, para relajarme. Pero con el orgullo de haber hecho lo que pude."

10 Classic Corridos of the Immigrant Experience

  1. Vivan los Mojados (Long Live the Wetbacks!)
    (Jessie Armenta)
    Realizado por Los Tigres del Norte
  2. La Tumba del Mojado (The Wetback's Grave)
    (Paulino Vargas)
    Realizado por Los Tigres del Norte
  3. La Jaula de Oro (The Cage of Gold)
    (Enrique Franco)
    Realizado por Los Tigres del Norte
  4. Ni Aquí Ni Allá (Neither Here Nor There)
    (Jessie Armenta)
    Realizado por Los Tigres del Norte
  5. Somos Más Americanos (We Are More American)
    (Enrique Valencia)
    Realizado por Los Tigres del Norte
  6. Brian Barker
    (Adalberto Robles)
    Realizado por Pedro Rivera
  7. Voy a Hacerme Ciudadano (I'm Going to Become a Citizen)
    (Enrique Franco)
    Realizado por La Tradicion del Norte
  8. Un Mojado Sin Licencia (A Wetback Without a License)
    (Composer Unknown)
    Realizado por Flaco Jimenez
  9. El Deportado (The Deported)
    (Composer Unknown)
    Realizado por Los Hermanos Bañuelos
  10. Ni de Aquí Ni De Allá (Neither From Here Nor From There)
    (Byron and Cecilia Brizuela)
    Realizado por Jae-P

-- Elijah Wald